Un cobarde: un éstéril intento de respuesta a mi ensayo "Ninguna mujer nace para puta"

un cobarde

un éstéril intento de respuesta a mi ensayo "Ninguna mujer nace para puta"

Esta es la manera de contestar de un cobarde y miserable, al menos reconoce que soy buena poeta, pero su cobardía no tiene límites, sólo quería compartir con ustedes, ya que la perversidad que me atribuye esta persona la tendría que reconocer en sí mismo. Claro que este "señor" desconoce la diferencia entre "yo poético" y "yo", pero bueno, es tarde para hacer docencia, y lo que más asusta es la cobardía, el no enfrentar las cosas, y entonces atacar, bah..un signo más de estos tiempos donde la ideología (en algunos individuos sobre todo) no son más que una triste pantalla para vender más:A partir de acá reproduzco el texto-libelo que el "señor" goijman distribuye por toda la Patagonia, debido a su incapacidad de responderme a mi ensayo :

"No cualquier persona tiene la virtud de escribir un poema, ni mucho menos mostrarse tal como es. La perversidad de este poema y de su autora Claudia Sastre de desnudarse a si misma en este poema “Fauna Interior” es increíble.

Tuve una vez un montón
de pájaros en mi pecho.
Revoloteaban, cantaban
y me mordían por dentro.
Se subían a mi garganta
y al no salir, se murieron.
Se murieron dentro mío,
pero también se pudrieron.
Ahora siento los gusanos
recorriéndome por dentro.

Del libro Fáunicas, de Claudia Sastre

Luego de mi respuesta volvió a atacar don Goijman, lo hizo así:

la hiena herida en su propio andar


Estas “nota” responde a la desvalida opinión de una supuesta y mal intencionada crítica. Más de un centenar de medios y destacadas figuras nacionales opinaron sobre la publicación “Poetas & Putas” y su homenaje a “La Catalana”, por eso resulta desdeñable la “actualísima” opinión de la señora Claudia Sastre, donde toma el libro y su poesía como un entrever de reivindicación de sexo y no como lo que fue y es, un libro político surgido además con posterioridad, a las antologías “País de vientre abierto” (homenaje a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki); “Legado de Poetas”, 1956-2006, 50 años en la Poesía Social Argentina. No será la primera ni la última vez que se tergiversen trabajos serios. Es que siempre habrá alguien con mala fe. Seria bueno aprender a discernir con altura, con ética, tal como lo demuestra la interpretación del ex Rector de la UNLP, Juan Carlos del Río. Roberto Goijman. Buenos Aires. Mayo 29.


Poetas & Putas

Por: Juan Carlos del RíoEx rector UNLP (Universidad Nacional de La Plata)…

En una situación social de estabilidad, digamos «normalizada», las prostitutas representan una zona de la sociedad que se oculta, acaso con vergüenza, por tratarse, según muchos, de un oficio que incluye la descalificación moral e ingresa al orden de lo abyecto. Pero en una situación de profunda inestabilidad, cuando buena parte de la sociedad se ha transformado, casi inadvertidamente, en cómplice de un orden injusto -que incluye crímenes y violaciones a los más elementales derechos de las personas- puede aparecer, y aparece, una dignidad antigua, una rebelión ancestral, casi de tragedia griega, que produce una inversión llamativa y funda la paradoja: lo mejor de la sociedad está representado por lo «peor» de la sociedad. Y a nadie le gusta, supongo, que esta vergonzante defección sea recordada. Como a nadie le gusta reconocer que estuvo festejando en las calles el Mundial 78 o que estuvo en la plaza vivando a Galtieri. Sin embargo, existen seres anómalos a quienes ese tipo de inversiones los atraen, que reniegan de un mundo normalizado en el que las opciones resulten más o menos diáfanas, que creen que en esas claudicaciones, en ese secreto heroísmo, en esos raptos casi íntimos de grandeza, se juegan los avatares de la condición humana. Los escritores, los poetas. Por eso es que el título de este libro puede parecer sorpresivo para algún desprevenido, pero no para quienes saben de los recónditos canales que unen ambas actividades, la de los poetas y la de las putas, y aun del signo que las unen, el de la cópula, en sus dos sentidos, sintáctico y sexual. Desde siglos, las prostitutas han ocupado un lugar de relieve en las creaciones literarias, pero no siempre ese lugar fue el mismo, o mejor, no siempre su incorporación a la literatura tuvo idéntico sentido.Por un lado, el de la celebración. La celebración de la puta y de su oficio tiene dos caras. La del hombre de clase alta, agobiado o aburrido por un hogar rutinario y encadenado a una moral hipócrita, que va en busca de sexo con quien sabe cómo hacerlo y queda deslumbrado por lo fácil que puede comprarse ese placer efímero. Las putas que saciaron a buena parte de nuestra oligarquía y de nuestra clase ilustrada. Las fotos que este libro contiene parecen provenir de esa zona del catálogo, de lo que en la actual jerga de mujeres y varones que se ofertan suele llamarse un book, sistemas a los que no accedieron, ni antes ni hoy, las putas pobres. Hay, además, otro tipo de celebración, la celebración populista. El populismo en arte, como es sabido, opera una inversión de la jerarquía establecida: el arte y la cultura considerados «altos» resultan, para esta mirada, sofisticados, sin vida y aun reaccionarios; las culturas y los objetos considerados populares son más puros, más incontaminados, más espontáneos y, por ende, más cercanos a una suerte de estado natural de la creación. Este tipo de celebración ya no es la del dandy enamorado y extasiado por la puta fina que lo enloqueció en el cabaret; sino la del que, mediante una torsión fuertemente impregnada de ideología, transforma al oficio más antiguo en una especie de ejercicio de la felicidad e incluso de cierto poder simbólico: yo soy la que sé todos los secretos porque yo me los pasé a todos, porque a todos los vi declinar, y declinar en pelotas. La mirada populista ensalza, y para ensalzar, necesariamente debe borrar el dolor. Olvida que la prostitución es a menudo un oficio no buscado, un oficio de soledad y desolación, un recurso de sometimiento y esclavitud. Algo de esta mirada populista arrastra el bello texto de Jaime Sabines que cierra la antología. Pero, como dijimos, no todas son celebraciones. Por otro lado, y en un sentido opuesto, se advierte la visión miserabilista de la redención. El sentimiento que mueve al miserabilismo es la compasión. No pretende embellecer el dolor o la pobreza, sino que, por el contrario, se regodea en ella, acentúa sus aspectos más morbosos, focaliza en sus carencias. Los personajes de Dostoievski o de Roberto Arlt nunca celebraron a las putas; en un viaje de ida y vuelta, pasaban del desprecio a la santificación; en el declive moral de esos personajes, la más abandonada y corroída por la miseria terminaba siendo una virgen que, mediante su calvario, redimía. Mucha de esta mitología heredaron, como es sabido, los poetas del tango, con sus Mireyas y sus Margots. Dice Reynaldo Sietecase en la presente antología: «Quien no daría el dinero / la vida / por ahuyentar la soledad / de sus faldas».Pues bien, todas estas miradas conviven en los poemas que constituyen el libro. Se trata de poetas latinoamericanos de diferentes generaciones y de diferentes latitudes. Pero más allá de la cambiante geografía, interesa -me interesa- destacar que los poemas de los más jóvenes parecen abandonar el repertorio de miradas que acabo de reseñar. Ni la celebración ni la compasión. Apenas una constatación de figuras, un quiebre de la emoción del que se distancia y habla. No se trata de embellecer la miseria, pero tampoco de sufrir, de un modo más o menos solidario, con sus carencias. Se trata, por ejemplo, del registro casi periodístico, o de la pesadez propia de las road movies, que alienta el poema de Héctor Urruspuru. En síntesis, una antología original e inteligente de Roberto Goijman que, desde la cópula del título, traza un mapa pleno de significaciones y de búsquedas estéticas para dar cuenta de un tema que vuelve una y otra vez al interés de los poetas.

Juan Carlos del RíoEx rector UNLP (Universidad Nacional de La Plata)



Roberto Goijman La respuesta a vos esta en Notas, ahí se desnudan tus mentiras y a tu intención, te las respondo con las artículos de Clarín y Crítica. Léelas y punto. Tu bajeza es absoluta al decir que Bayer fue engañado. Ayer nos reíamos con Osvaldo, me contó lo de Abelardo Castillo y su ex mujer, algo parecido a lo tuyo.

Esto digo yo:

El "señor" Goijman vuelve a escudarse en sus "importantes amigos", pero bueno, en fin...él sabrá, ninguna bajeza ni mentira mía, sólo opinión, opiné que me parecía que Bayer fue engañado porque lo creía coherente, pero bueno, la vida nos da sorpresas, qué lindo que se rían de uno a las espaldas, es una actitud sumamente valiente. No tengo idea de a qué se referían Goijman y Bayer (si es que eso es cierto) al decir que era una actitud parecida a Abelardo Castillo y su ex mujer, ya que jamás fui pareja, ni novia ni nada de esa persona ¡válgame Dios!!!, ni se me pasó por la cabeza.

Fin

más abajo en este blog pueden leer el origen de todo esto: es mi ensayo titulado: Ninguna mujer nace para puta, sobre la antología POETAS Y PUTAS