jueves, 17 de septiembre de 2009

En Primavera, por Sergio Pravaz, desde Rawson



En primavera


por Sergio Pravaz



Durante la primavera es posible percibir los cambios que se avecinan; es el tiempo donde se potencian de tal manera las cosas, que la cáscara que las recubre termina de crujir hasta dejar afuera absolutamente todo. Durante el invierno se cocinan agazapadas, esperando un mejor momento; giran en el caldero rumiando la esperanza de poder mirar nuevamente por la rotura de esa ventana que es la posibilidad de aparecer nuevamente, de explotar para salir; todo se precipita: la vegetación, los pensamientos, los sentimientos, las cuestiones físicas, las anímicas, los humores, las hormonas, lo positivo, lo negativo, el amor.

Durante una primavera Pablo Neruda dijo basta y se fue a escribir al cielo; también por ese tiempo, quizás el más notable experimento de la política, es decir el arribo del socialismo a Chile a través de las urnas y el voto popular, fue roto en pedazos por la intolerancia que todos conocemos devastando la República de Salvador Allende.

En primavera nació el gran Oscar Wilde, también Truman Capote, Pancho Villa y John Lennon; se murió Edgar Allan Poe y también Fernando Pessoa; y lo murieron sin piedad a Mario Abel Amaya; tuvo su primera edición el Adán Buenosayres de Leopoldo Marechal, en tanto El Quijote, fue editado gracias al privilegio real que Cervantes consiguió para su publicación una primavera de 1604.

Es la estación donde se celebra el día las bibliotecas populares. Pero también es la época en la que por orden judicial y a instancias de la última dictadura, se quemaron ¡un millón quinientos mil ejemplares! entre libros y revistas del Centro Editor de América Latina, aquella editorial memorable, todo acompañado por el silencio casi unánime del mundo cultural, que hasta hoy no ha sido roto.

La primavera no tiene medias tintas; todo belleza o todo tragedia. La segunda gran huelga del sur, la de los obreros barraqueros y los peones patagónicos que tanta sangre inocente costara con el derrumbamiento de toda moral, toda racionalidad y del más mínimo principio de ética, aconteció durante la estación donde también se les infla el pechos a los jóvenes en las plazas, donde se besan, se escriben cartas y se miran a los ojos perdiendo la razón.

Fueron 7 los suicidas que le mojaron la oreja a los EEUU, derribándole los símbolos, la vergüenza y también vidas inocentes; dos monstruos pariéndose a la vez, sin dudas.

Así y todo, es justo decir que en el año 1922 hubo una verdadera primavera para las letras del mundo; se editaron “Trilce” de César Vallejo, “Ulises” de James Joyce, “La Tierra Baldía” de TS Elliot, “Veinte poemas para ser leídos en el tranvía” de Oliverio Girondo, “El soldado desconocido” de Salomón de la Selva, “La habitación enorme” de e.e. cummings y se inició el colosal movimiento modernista de las artes en Brasil, que entre otras cosas dio inicio a una nueva poesía en el gigante de lengua portuguesa. Un año increíble para una literatura increíble.

La cuna del jazz, es decir Nueva Orleans, fue totalmente destruida por el huracán Katrina, bien cerquita de la primavera; otra vez el imperio trastabillando; lástima que siempre paguen los de a pie, ¿no?

Pero también es bueno dejar claro que en Rawson la primavera es hermosa; aunque no hemos forestado la ciudad como nos merecemos, justamente esa carencia nos hace valorar la aparición del modesto follaje que nos afloja la ansiedad y la locura. Mirar los árboles pelando sus nuevos brotes nos equilibra; además, es la estación donde todo se aliviana, se aligera; un día nos levantamos y asistimos a otro paisaje que cambia, muda de piel y se llena de colores que compiten duramente con la meseta; nuestro humor se modifica, la ropa de las mujeres se torna inevitable a nuestros ojos, los días comienzan lentamente a alargarse lo que nos permite estar más en la calle, tal vez para encontrarnos y recuperar todo aquello que desde el invierno llevamos escondido.

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Este espacio es un homenaje a un Grupo Literario que existiò el la Patagonia y del que tuve el honor de ser una de las fundadoras. Este grupo, ademàs de su labor poètica y una gran militancia en el campo de las letras y la cultura, iniciò una crìtica literaria en la zona.
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La foto que encabeza la pàgina es del lugar donde vivo: Puerto San Juliàn, en el Vìa Lucis -sobre el Monte Cristo-Patagonia.

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poeta, narradora, crìtica literaria,madre de tres hijos, casada, ama de casa.