miércoles, 19 de agosto de 2009

Fáunicas- 2° edición






















Fáunicas 2° edición

Con alegría, y contra todo pronóstico pesimista que reza que uno siempre se arrepiente de su primer libro, esta autora se anima a una segunda edición de su opera prima, con un diseño renovado, con un prólogo a la segunda edición realizado por el poeta fuegino Julio José "Mochi" Leite, el prólogo a la primera edición del Licenciado Ariel Williams, y un epílogo de la escritora magallánica Carolina Berrocal, sale de nuevo al ruedo, estas Fáunicas, reeditadas en Puerto San Julián:


FÁUNICAS (el oficio en las tripas)


A partir de esta obra con ritmo de leño crepitante que abriga y desespera, de esta vigorosa obra, la poeta Claudia Elisabet Sastre irrumpe con un ariete de lenguaje llano, despojado de oropeles en la extremadamente edulcorante poesía femenina de nuestra región, sumándose a otras amazonas de la palabra como Anahí Lazzaroni, Niní Bernardello, Maritza Kusánovic Vargas, Marina Pacheco Ruiz, Liliana Ancalao, María Silvina Ocampo, Graciela Cros, María José Roccato, Liliana Campazzo entre otras.

En Fáunica, Sastre enumera la cantidad de animales que somos nosotros los poetas, animales que al mismo tiempo de habitarnos, nos acechan. La poeta habla de un origen común, de un final común y nos revela una mágica alquimia “Del agua venimos a ser polvo/un líquido polvo/ sin Dios” y deja entrever que no todos nosotros nos damos cuenta.

Los que “reconocemos los nombres que otros hombres nos han impuesto”, los que somos gusanos, lobo, mosca, perro, hiena, rata, madre, diente hormiga, bestia, los “nómades recolectores de sombras”, los del oficio en las tripas, los que estamos acostumbrados a ensalivar curativamente nuestras heridas para volver a salir con ternura y rabia, los que al decir del poeta Sanjuanino, Leónidas Escudero, permanecemos toda la vida/muerte en el medio de la oscuridad frotando dos piedras para conseguir al menos una chispa, los que persistimos, los que resistimos, nosotros los vates los que “vaticinamos”
“Debajo de mis ojos/ hay un pozo/ donde duermen todas/ las imágenes” nosotros los de los márgenes, nos damos cuenta.

De manera pues que celebro la reimpresión de este poemario de mi hermana Claudia Eliabet Sastre y me solazo con esta obra benéfica sin orgías ni sorpresas.

Punta Arenas (Chile) 15 de junio de 2009

De hienas

Yo, con usted
no comparto mi carroña.
Búsquese su propio cadáver.
Con usted
no me siento a la mesa,
usted no tiene escrúpulos.


De lobos

Ni pienso
ser el lobo del hombre
con ser el lobo del lobo
me alcanza.
Eso sí, recuerda
cuando mi enemigo
me ofrece su cuello
no se lo muerdo.


Amazona

Amazona silba
su canto de sirena,
macho se estremece y vibra
a su ritmo sigiloso,
sabiendo lo que le espera
vuela a ella
carne sin memoria,
y se le entrega.
En el vuelo nupcial
se lo devora.
Una huella de rouge
queda estampada
en una servilleta.

“Se han reunido las bestias”
Por Carolina Ber
rocal

“Fáunicas” de Claudia Sastre es un bestiario-poético, un desfile de metamorfosis metaforadas. Se filtra ante el lector la necesidad de mostrar el instinto decadente del animal-humano, que nunca antes en poesía se había desnudado de tal forma, sobre todo si pensamos en los antecedentes de la poesía decimonónica: el cisne dariano, el tigre borgiano, las aves marineras de Neruda, las carroñas baudelaireanas… que prefiguran ideales heráldicos pero que vienen a representar el símbolo, la fosilización de las cosas en sí, la esencia. El ejercicio que nos propone Sastre es la revelación del estado-humano disminuido al protozoo: “tengo la cabeza llena de animales unicelulares”, pero también “la destrucción de la materia” (poema XXI) en la figura de la hormiga, animal pequeño y afanoso, que se come a la poesía; no obstante, ésta quiere roer aquellas poéticas que están al servicio de la preciosura, de los atavíos innecesarios.

Al igual, su manera de presentar la naturaleza desde el órgano del animal, desde su misma víscera, convirtiendo el agua en polvo, en el polvo milenario del hombre-mujer, que es uno sólo y que rondan en una sola mixtura antropomorfa. “Selva, tundra, desierto” escenarios de lo indómito
y desconocido, de aquello que se ve de soslayo y no alcanza a advertirnos su figura. Por ese teatro circundan: ratas, jaurías, lobos, gatos, y también
instinto, el roce de la piel de la nostalgia, el odio, la bandada negra que es la noche.
¿Qué somos de todos modos? Sólo arcilla para otros perros, un poco de carroña onírica, que cuando termina el sueño podemos oler su descomposición.
Que Sastre nos siga sorprendiendo, desde el aullido, desde el maullido, desde la onomatopeya animal, con otras bestialidades hermosas.

1 comentario:

La Moro dijo...

Estoy iniciando la lectura de Fáunicas. Intentaré desprenderme de los afectos que rodean al libro tanto como me sea posible, y quizás logre luego escribir un análisis que resulte no-del-todo-inapropiado

Etiquetas

Bienvenidos!!!

Este espacio es un homenaje a un Grupo Literario que existiò el la Patagonia y del que tuve el honor de ser una de las fundadoras. Este grupo, ademàs de su labor poètica y una gran militancia en el campo de las letras y la cultura, iniciò una crìtica literaria en la zona.
Me gustarìa compartir con los lectores trabajos de crìtica literaria, textos inèditos, etc... en fin... lo iremos haciendo entre todos. Se aceptan sugerencias
La foto que encabeza la pàgina es del lugar donde vivo: Puerto San Juliàn, en el Vìa Lucis -sobre el Monte Cristo-Patagonia.

Datos personales

Mi foto
Puerto San Juliàn, Santa Cruz, Argentina
poeta, narradora, crìtica literaria,madre de tres hijos, casada, ama de casa.